Uno de los más clásicos y tradicionales, inventado mucho antes que el diabólico aire acondicionado, es el rico polo helado.
Aunque la vuelta a la rutina cotidiana nos caiga como una bomba, un rico polo nos puede hacer el retorno más soportable.
Este. de limón y chocolate negro, parece decir: "¡Eh, que estoy aquí! ¡No pases de largo!"
Y otros, como éste de frambuesa y mango, a punto de deshelarse, nos llaman a gritos: "¡Comedme pronto, antes que me deshaga del todo!"
¡Estad atentos! porque a la vuelta de cualquier esquina os podéis encontrar con uno de ellos.
Aunque se os hayan acabado las vacaciones, disfrutad del rico polo y de lo que queda de verano.
Me gustan más los cucuruchos de distintos sabores pero bueno, un polo tampoco está mal :)
ResponderEliminarUn abrazo
A mí también me gustan más los cucuruchos, y más aún los antiguos "cortes" cuadrados con sus galletitas. Pero, de momento, ni el Señor Cucurucho ni el Señor Corte han visitado Barcelona, al menos que yo sepa, Así que nos tendremos que conformar con los polos.
EliminarUn abrazo
Maite, com has pogut trobar tantes persianes amb polo !!!
ResponderEliminarVols dir que "una noche loca" no has anat a dormir i t 'has posat a grfafitejar polos per Barcelona?