Aunque ya haga unos cuantos días que el pobre rey Carnesnoltes está enterrado, no quiero dejar pasar el mes de febrero sin hacer una breve reseña de su paso por la ciudad.
Ya lo dice el refrán:
"Al principio o al final,
en febrero, Carnaval"
en febrero, Carnaval"
Y así, el jueves 7 de febrero, tuvo lugar el alegre pasacalles del "Arribo del Rei Carnestoltes" que amenizado por una banda de músicos empezó frente al mercado de Santa Caterina.
El rey Carnestoltes, que este año era el popular payaso Tortell Poltrona, recorrió en un coche de caballos las calles del barrio de la Ribera hasta llegar al paseo del Born.
El rey Carnestoltes, que este año era el popular payaso Tortell Poltrona, recorrió en un coche de caballos las calles del barrio de la Ribera hasta llegar al paseo del Born.
Allí, una alfombra roja se extendía a lo largo del Paseo y sobre ella un maestro de ceremonias, elegantemente vestido de blanco y negro, presentó a los embajadores del Rey.
Tras los embajadores, llegó el Rey y, para regocijo de todos los asistentes, leyó el pregón, lleno de alusiones a la situación político-social del momento.
Todo eran risas, alegría, jolgorio, ironía y buen humor, pero, como dice el refrán...
"No hay Carnaval sin Cuaresma"
Quién había de pensar que a sólo unos pocos metros de allí, bajo un arco, agazapada en una puerta negra, se encontraba la Vieja Cuaresma.
Pues allí estaba, con sus largas sayas, el bacalao en una mano, la sardina en la otra y con sus siete piernas, una por cada semana que dura su presencia.
Bueno, ya lo dice el refrán: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero lo que sí que me parecen buenos son tus posts. Muy interesantes y completos.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Enrique, por seguir el blog y por tus comentarios tan positivos.
EliminarUn abrazo