miércoles, 30 de abril de 2014

ESCULTURAS LECTORAS (1ª parte)

Aunque el libro electrónico parece que va ganando adeptos día a día, la lectura en soporte papel, como se dice ahora, todavía está vigente.

Algunas esculturas repartidas en varios puntos de la ciudad dan fe de ello.
1 En la plaza Blanquerna se encuentra la escultura Homenaje a la Mutua Escolar Blanquerna (1998), de Núria Tortras (1926-2013). 
En ella se ve a una niña enfrascada en la lectura de un libro, ajena al tráfico y a los peatones que cada día pasan delante de ella.
Eso es lo que suele suceder cuando un libro te "atrapa". Por unos momentos te olvidas de todo lo que te rodea y empiezas a vivivir nuevas aventuras.


2 En la plaza Adrià, sobre una fuente de obra vista, podemos ver la escultura en piedra  La lliçó (La lección), obra del centenario escultor  Manuel Silvestre de Edeta (1909)

                            
Esta escultura es una de las diez ganadoras del concurso que El Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona convocó en 1961 para decorar algunos jardines públicos de la ciudad.

                   

Representa a dos niñas leyendo y parecen estar tan entusiasmadas que ni siquiera las palomas que se posan sobre sus cabezas les hacen perder el hilo de la lectura.

3 En los jardines de Salvador Espriu, popularmente conocidos como Els Jardinets de Gràcia, se encuentra  La Lectura (1948), del escultor Josep Clarà (1878 -1958)

 
Detalle de la mujer leyendo
Se trata de un relieve sobre una placa de piedra en la que hay tallada una mujer leyendo tranquilamente, ajena al bullicio de los niños que normalmente corretean por el césped.
Está visto que no hay nada como un buen libro para abstraerse de la realidad que nos rodea.

La obra se colocó allí en 1993 junto con la inscripción  BARCELONA  A POMPEU FABRA para conmemorar el 125 aniversario del nacimiento del filólogo catalán.

 Jardines de  Salvador Espriu  (Jardinets de Gràcia), al fondo el obelisco conocido popularmente como "el lápiz"
4  En la pequeña placita de Anna Frank, a la entrada del Centre Cultural Artesà Tradicionàrius en el barrio de Gracia, sobre un voladizo, hay una escultura de bronce en homenaje a Anna Frank.  
 

La obra, de la escultora Sara Pons, se inauguró en 2011 y representa  a Anna Frank con aire pensativo sosteniendo en su mano el diario en el que plasmó todo el horror del genocidio nazi.

En un libro abierto sobre la pared podemos leer la siguiente inscripción:

Cuando ya ni los nombres quedan de los verdugos. Ella sigue viviendo. Pero que nunca vuelva aquella larga sombra y el torrente de sangre y llanto  y barro y luto que ahogó tanta belleza cuyo símbolo era una muchacha en flor.
Sara Pons Arnal. Gener 2001.
 

Aún quedan más esculturas lectoras por descubrir. 
Las conoceréis próximamente en este blog.

Si queréis ver esculturas dedicadas al libro, clicar aquí 
RUTA POR LIBROS DE MÁRMOL Y ACERO

2 comentarios:

  1. Molt "xules", Maite! Gràcies per compartir-les. La que més m'agrada és la de la plaça Adrià. No perque sigui la més maca, sinó pels records d'infància que em porta el lloc! Una abraçada.

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  2. Gràcies, Conxita,
    Els meus records d'infància van més lligats als Jardinets de Gràcia, on hi anàvem a jugar.
    Una abraçada

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