Habré pasado por ahí miles de veces y nunca me había fijado en ese detalle hasta hace poco.
No sé cómo fue, pero al cruzar la calle y alzar la vista me llamó la atención una placa diferente a las habituales. Al acercarme descubrí esta original placa con el nombre de la calle Balmes.
Es una placa de cerámica, formada por seis baldosas en tonos azules y blanco con una cenefa alrededor, algo bastante inusual en las calles de Barcelona.
En la placa, escrita en castellano, además del nombre podemos ver unos breves datos biográficos de Balmes y también su retrato.
Adivina, adivinanza, ¿Dónde está?
Os propongo un paseo entretenido: recorrer la calle Balmes e intentar localizarla
¡Feliz verano!