A veces, paseando por la ciudad, cuando menos te lo esperas te encuentras con lugares sorprendentes.
Hace unos días pasaba por la calle Camelias y vi un pasaje que me llamó la atención. Entre en él y de repente fue pasar del ruido de los coches de la gran ciudad a la tranquilidad y el silencio de una calle de pueblo.
Es el Pasaje de Camil Oliveras, entre las calles Camelias y Balcells, en el barrio de Camp d'en Grassot (Gràcia Nova)
Está formado por un conjunto de casas unifamiliares, con un pequeño jardín delante al que se accede por una reja.
A través de esas rejas se ve la abundante vegetación de árboles y plantas.
Y también algún original elemento decorativo.
Aunque la estructura de las casas es muy parecida, todas son diferentes y cada una tiene su propia personalidad.
Es un pequeño oasis de paz en medio del bullicio del tráfico de la ciudad.
Tú lo has dicho en tu último párrafo: un oasis. No llegué a conocer este pasaje en el tiempo en que fui cartero esporádico en el barrio.
ResponderEliminarpodi-.